domingo, 21 de junio de 2009

MEDITACIÓN SANACIÓN PARA EL ALMA

La Meditación nos acerca con lo divino, abre la puerta que hay en nuestra mente y hace que nuestro cuerpo sutil pueda acceder al mágico mundo espiritual. Cuando oramos a Dios Luz, El escucha nuestras plegarias, cuando meditamos, El responde y nuestra alma se regocija.

Las oraciones son palabras sentidas que mezcladas con fe y esperanza se transforman en Luz que llega a nuestra alma, la Meditación hace que el alma se sienta libre y conectada a su núcleo espiritual, la herencia del Creador.

Tanto la meditación como la oración son complementos de una comunicación directa con las Esferas Celestiales. Un milagro puede producirse a través de una cadena de oración, como de una meditación, ella ayuda a eliminar la fuente de nuestros trastornos, producidos por tensiones, problemas, angustias y estrés, ya que es una sanación para el alma.

Muchas personas realizan actividades físicas que los hagan sentirse libres, nadar, manejar, pilotear un avión, esquiar, pero nada tan cercano a la libertad como dejar que la mente acceda al mundo imaginativo y a la Mágica Presencia de la Luz Espiritual.


Un lugar especial

Cuando decidimos meditar, es importante hacerlo en un lugar donde nos sintamos bien. Tal vez con una iluminación natural, y una decoración agradable a la vista. La meditación es un método diario, ya que mientras la practicamos la mente se adecua al estado de relajación. Es importante meditar en horarios con luz solar, idealmente en las mañanas, pues la luminosidad produce un ambiente tranquilo y armónico. En el día las energías se elevan, por la noche las energías declinan. Esa es la respuesta a que muchas enfermedades se agravan en horarios nocturnos y la mejoría retorna al amanecer.

Cuando medite siéntese en una silla o en un sillón cómodo, el acostarse ayuda a quedarse dormido, producto del cansancio, con lo cual perdemos el propósito de la meditación. El usar perfume y una música suave y agradable ayuda a soltar las tensiones físicas.


Respirar adecuadamente

Para meditar es importante fijar la atención en la respiración. En cada inhalación y exhalación sentimos el latir del corazón. Así como respiramos es el ritmo del corazón, si la respiración es rápida, el ritmo cardiaco será igual, y eso significará que todo nuestro organismo es presa de la inquietud y el nerviosismo de la vida diaria. Incluso las hormonas pueden traicionarnos, como el cortisol, que es una hormona activada por el estrés y que produce una serie de enfermedades degenerativas. Entonces, cierre sus ojos y piense en el Amor, un Amor que envuelve al corazón y se va expandiendo cada vez que inhala y exhala, como una luz que ilumina una habitación. Imagine que lo que inhala no es oxígeno, sino energía cósmica que fluye a través de sus pulmones y abarca su cerebro y su mente. Al exhalar piense que lanza al exterior la angustia, el estrés, la desarmonía, la competitividad diaria. Entra amor a su cuerpo y sale lo desarmónico y molesto.


Visualizando los Rayos

Cada vez que exhale lo desarmónico de su mente y cuerpo, visualice una flama de color violeta que atrae aquello perturbador y lo disuelve inmediatamente. Cuando inhale, sienta que todo su ser se purifica e imagine una luz blanca que entra por su nariz y se expande por todo su ser.

La Metafísica Universal trabaja con los Rayos del Creador, sabiendo que los colores representan virtudes, el Violeta Transmutación y Liberación, el Blanco, Pureza y Ascensión, son la base de la labor meditativa.

Sienta las cualidades y virtudes de Dios Luz en usted fluyendo a través de esos colores. Rechace todo pensamiento que no sea la armonía, la dicha, el equilibrio, y el amor.


Stargate o Puerta Estelar

Las Puertas Cósmicas de los seres humanos, son los Centros Vitales y en especial el corazón. Si medita centrando su atención en el corazón podrá experimentar sensaciones indescriptibles y armonizar su estado físico. El corazón es como la puerta de entrada al hogar de los sentimientos, el hogar es el alma. Trate de verse parado en la puerta de su corazón y si puede entrar conocerá el estado de su alma, el verdadero rostro de su esencia estelar. Escuche los mensajes que vienen de ese mágico lugar, y siéntase feliz, porque meditar es conectarse con la felicidad interior, aquella que es eterna.

En ocasiones pensamos que la felicidad se hace de instantes y no de constantes, pero meditando hacemos que esos instantes se transformen en momentos duraderos.

Finalmente, centre su atención en su respiración y abra sus ojos. Cuando sienta que las tensiones del diario vivir lo agobian, concéntrese en su respiración y entrará en aquello que llamamos, meditación.

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